El llano venezolano guarda muchos relatos y misterios, algunos conocidos y otros que son poco comentados. En el estado Cojedes se encuentran unas enormes cadenas en las cuales se han tejido los más sorprendentes cuentos.
Por la carretera de Tinaco esta el pueblo de El Baúl y en un extenso hato llamado El Socorro, ahí se ubican estas colosales cadenas de más de 100 metros de largo, los eslabones pesan alrededor de 70 kilos, no tiene empates ni soldaduras a la vista, elaboradas en acero macizo. Lo misterioso de todo, es que son muchos los cuentos de cómo llegaron esas cadenas a ese lugar.
El pueblo de El Baúl, fue fundado en 1744 por una expedición de españoles conquistadores, encabezado por el padre capuchino fray Pedro José Villanueva, quien bautizó el lugar con el nombre de San Miguel Arcángel de la Boca del río Tinaco, por su ubicación en la desembocadura del río del mismo nombre. Pero, existe una versión muy popular en el imaginario colectivo del pueblo y que hace parte del folclor llanero y es que en el pueblo para el año de 1740, unos españoles llegaron al lugar y encontraron un cajón de madera gigante y a su lado tenía dos cadenas enormes, los españoles siguieron camino y solo el padre se acercó a un pueblo de indígenas que estaba cerca de un río y allí decidió fundar el pueblo Misión San Miguel del Baúl y con el tiempo el nombre se redujo a sólo El Baúl. Para la construcción de las primeras casas, se cuentan que utilizaron la madera del cajón de madera, pero esto solo hace parte de la tradición oral, el nombre de El Baúl es dado por su posición geográfica al estar rodeado de dos grandes ríos, el Cojedes y Tinaco.
Sobre las cadenas gigantes, se han contados muchas historias como la de que estas enormes cadenas tienen un parecido con las del Titanic que llevaba en su ancla y es de suponer que estas llegaron al lugar porque muy cerca de allí se encontraba el puerto de un río, quizás estas pertenecían a un buque que atracaba en el puerto en tiempos de la colonia.
Otra de las teorías sobre el origen de las cadenas, es que con la fundación del hato El Socorro, se implementaron estas cadenas para deforestar las parcelas entre los años 50 y 60, pero esta teoría es una más de la lista de cuentos. Se dice que las cadenas tienen una gran carga de energía, que cumple deseos y hay un ánima que las custodia y cumple las peticiones de las personas que puedan levantar el primer eslabón, luego debe arrodillarse en los primeros eslabones y colocar la frente en ellos, este ritual lo hacen personas que creen en este tipo de supersticiones.
Y si alguien se atreve a contar la verdad sobre las cadenas, un duende malvado que las custodia, lo castigará y le caerá la maldición de las cadenas de El Baúl, pero lo que sí es cierto es que estas enigmáticas cadenas siguen en una vereda colocadas en línea recta y es la parada obligatoria para los que transitan en la vía.
Daniel Navarro Petit @ElJournaldeDani
Crédritos a los autores de las fotografías
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