La imagen actual de Simón Bolívar ha sido muy cuestionada, pues existe una especie de amor y odio hacia este personaje. Pese a todo esto su nombre no puede ser arrancado de la historia de un país. Como historiador que soy, me toca ser muy objetivo y meticuloso con las historias que escribo, pues algunos teman pueden generar controversia o herir susceptibilidades, pero no obstante, un historiador jamás puede dar por sentada la idea de no opinar y dar su punto de vista, siempre y cuando sea sensata y sustentada.
Nos debemos a quienes nos leen. Ese Bolívar de los retratos y libros fue un venezolano que soñó con una patria libre y con ayuda de otras figuras importantes lo logró y por eso siempre será recordado por sus hazañas y su vida personal debe quedar a un lado, con esto me refiero a que con el genio y aptitudes que pudo llegar a tener, aun así liberó y dio la libertad a varias naciones.
Dicho lo anterior, es importante señalar que no existe una fecha específica del surgimiento del culto a los héroes en Venezuela, pero tomando en cuenta al historiador Germán Carrera Damas quien hizo un excelente trabajo al hablar sobre el culto a los héroes, se puede precisar que en el mismo momento en que los restos de Simón Bolívar fueron trasladados a Venezuela en 1842 (tema que trataré en otra historia) la figura de Bolívar comenzó a tomar fuerza nuevamente en el país, pues unos años antes de este morir en 1830, Venezuela miró con ojos de odio y repudio a Bolívar y por muchos años antes de ser repatriado, no se comentaba ni se sabía mucho de la memoria del Libertador, la iniciativa de traer el cuerpo de Bolívar la tuvo José Antonio Páez pero quien comenzaría el culto a Bolívar fue Antonio Guzmán Blanco presidente de venezuela quien estuvo a cargo del país en tres periodos y trajo en ellos la modernidad a Venezuela.
En las tres últimas décadas del siglo XIX Venezuela daría un paso adelante en temas de modernización y educación pues el surgimiento del proyecto Estado-Nación de Guzmán Blanco pretendía modernizar la sociedad, el Gobierno y el Estado venezolano por lo que escogería a Caracas como modelo para llevar a cabo sus obras bajo su estilo de gobierno liberal. Guzmán Blanco creía necesaria la existencia de un imaginario colectivo que hiciera que las desigualdades sociales de aquella heterogénea población se pusieran a un lado y surgieran nuevos lazos en común, que hubiese algo que los uniera como sociedad y naciera la soberanía en el país. Con fines de darle un carácter de Estado-Nación a Venezuela, se inicia la creación de los Símbolos Patrios y nacería el culto a los héroes de la independencia, se debía dar a conocer los nombres de aquellos hombres que lucharon por la independencia del país, la sociedad debía conocer los nombres, lugares y fechas de los acontecimientos importantes del país. En la cúspide del culto a los héroes estaba Bolívar quien fue declarado como un héroe clásico y es cuando su nombre y hazañas comienzan a difundirse entre la sociedad venezolana, se cambió el nombre a la moneda nacional por el de “Bolívar”, se construye la primera plaza y escultura con su nombre en Venezuela en 1874 y sus restos fueron trasladados al recién inaugurado Panteón Nacional.
Las ideas y pensamientos de Bolívar comienzan a difundirse entre los venezolanos, sus ideales son tomados en cuenta en las reformas y lineamientos de gobierno y el Libertador quien pasaría a ser el Padre de la Patria junto con otros personajes pasan a formar parte de una línea de personajes importantes para la historia del país. El nombre de Bolívar siempre lo veremos cuando hablemos de historia, es un personaje que no se puede desligar ni dejar a un lado. Si bien es cierto que actualmente han tergiversado la imagen del Libertador, sus pensamientos e ideas se han levado por otro camino y su nombre se ha usado en casos contrarios a la libertad. El culto a Bolívar siempre será un tema controversial y esto es lo que lo hace seguir siendo parte del construir y quehacer histórico, ese Bolívar que se nos enseña en la escuela debe seguir siendo enseñando a las nuevas generaciones.
Daniel Navarro Petit @ElJournaldeDani
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