Todos han escuchado su nombre, así se llama un plantel educativo en el municipio Independencia, pero desconocen quién está detrás de ese nombre. Juana Elisa del Carmen López es su nombre verdadero, pero que presumiblemente por errores de fonética en la pronunciación de su primer nombre para la época, comenzaron a llamarla Ana, y así quedó para la historia.

Ana Elisa nació el 02 de diciembre de 1882 en Cocorote, estado Yaracuy. Tuvo un hermano mellizo llamado Luis Antonio López, y a pesar de haber nacido en la antes mencionada población, la mayor parte de su vida transcurrió en el famoso barrio de Caja de Agua en San Felipe, cercano a la hoy avenida José Joaquín Veroes con calle 16. Poco se sabe sobre su vida, tuvo un hijo llamado José Antonio López. Comenzó en la escritura ya entrada en edad, lo que hizo que la tildaran de “loca”, en aquel San Felipe donde la mayoría de sus habitantes no habían estudiado o no completaron sus estudios, un San Felipe un poco precario en educación. Por eso al ver a una mujer de avanzada edad escribiendo libros y poemas, era una locura para aquellos pobladores, además que el ámbito literario yaracuyano era integrado por hombres y Ana Elisa buscaba un lugar en dicho ámbito.

Sus versos libres dejan ver que a pesar de no tener temática fija, la mayoría se inclinan a la historias y a los personajes de la patria. Pasados sus 50 años de edad sale su primer folleto en un homenaje al Libertador Simón Bolívar, llamado Poemas Épicos en 1939. Luego comienzan a salir sus otros trabajos donde resaltan: Cuentos de Caquitas Narraciones Infantiles, 1941; Cofre de Aromas, 1945; Apuntes del Centenario del templo parroquial de Cocorote, 1945; Anillo Nupcial, 1952, Fulgor a la Patria, 1954, Los Malabares de Carabobo, 1955 y Casa de Oro, 1956, este último como dedicado a la Divina Pastora.

No solamente publicó sus libros y folletos, también hizo parte activa del periodismo yaracuyano, publicando sus escritos en los diarios de la época. Luchó activamente por el respeto a las tradiciones, para que el Parque Junín tuviese el nombre de José Joaquín Veroes, y envió en cartas en dos oportunidades con respecto al Día de Yaracuy, la primera en 1945 y la segunda en 1959 donde pide que sea cambiada al 19 de marzo, donde según sus investigaciones hacía relevante el 19 de marzo y no el 28 del mismo mes.

El 30 de enero de 1962, Ana Elisa López parte a la eternidad dejando una profunda tristeza en aquel pueblo que había aprendido a querer a esta noble mujer llena de humildad y mucho conocimiento, adelantada a su época, con pluma impregnada en historia que dejó a los amantes de la historias varios textos de referencia. Sus restos descansan en el hoy Cementerio Museo del municipio Independencia.

Daniel Navarro Petit @ElJounaldeDani

Fotos: CHY, Humberto Méndez y Lisbella Páez.

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