Consternada y afligida se encontraban los habitantes de la ciudad de San Felipe y sus alrededores hace más de 30 años debido a un trágico suceso que enlutó a una familia que habitaba en la capital yaracuyana. Una familia perdió a su hijo de tan solo 7 años, un pequeño que fue víctima de un horrendo crimen, algo no antes visto para el entonces San Felipe de finales de la década de 1980.

La pareja Colángelo Mariano eran oriundos de Buenos Aires, Argentina, allí había nacido el 15 de julio de 1978 su hijo Adrián Víctor Colángelo Mariano, quien a escasos años de haber nacido, ya la familia se había trasladado a Venezuela, fijando su residencia en la Urbanización “Altos de Yurubí”, en una modesta casa en la transversal #7 del sector San Miguel, en San Felipe, estado Yaracuy. El hogar Colángelo Mariano gozaba de buena reputación y eran apreciados por sus vecinos, el señor Vicenzo Colángelo quien era cabeza de hogar y se ganaba la vida en su propio taller de tornería.

Adrián Víctor era un niño de 7 años que estudiaba el segundo grado en el Colegio “Los Ángeles”, era un brillante estudiante y con buena destreza en el fútbol, todo apuntaba a que sería un destacado deportista por los dotes mostrados en las canchas. El 22 de enero de 1986, llegaría al medio día a su casa, sin saber que había sido su último día de clases. Al rato de llegar a casa, pidió permiso a sus padres para salir a jugar con sus amiguitos, los padres aceptaron, pero le indicaron regresar al rato.
Pasadas las horas, los padres de Adrián Víctor al ver que no llegaba, salieron a preguntar en casa de los vecinos si lo habían visto, pero no le daban razón del paradero del menor. Llegadas las 3 de la tarde, Vincenzo y su esposa comenzaban a inquietarse, caía la noche y los vecinos se sumaron a la búsqueda abarcando la zona boscosa y poco transitada de la urbanización, hasta que encontraron algo el día 23 de enero.


Cerca a un tronco viejo de un árbol de aguacate se encontraba el cuerpo de Adrián Víctor, una escena dantesca que horrorizó a los vecinos de Altos de Yurubí, el estado en el que fue hallado el menor arrancaron lágrimas y gritos en los presentes, el hogar Colángelo Mariano había quedado sin su pequeño Adrián Víctor.


La para entonces PTJ (Policía Técnica Judicial), se apersonó en el lugar del crimen, confirmando el abominable hecho, el niño falleció por estrangulamiento y había sido ultrajado. Al examinar el lugar, se encontró una prenda de vestir del agresor, por el tamaño de dicha prenda. Los forenses extrajeron de la pequeña boca del menor apéndices pilosos, algo que los ponía en ventaja para encontrar al culpable.
El homicidio de alta dimensión fue seguido por todos los altos funcionarios de la investigación policial, los altos comisionados querían que se encontraran los culpables de tan terrible crimen. Comenzaron a figurar funcionarios como Orlando Sepulveda, Pedro Díaz y Vicente Silva Palomo.
La investigación fue complicada, llegaron a Yaracuy refuerzos policiales desde Caracas, comenzaron a abrirse el abanico de presuntos culpables, personas con baja reputación fueron investigados mediante allanamientos, hasta que aparecería un nombre en la investigación, Luis Enrique Noguera alias “El Brujo”, de 36 años, del cual se tenía expedientes por hurto de vehículos, venta y consumo de estupefacientes, su prontuario lo acercaba más a ser sospechoso del crimen, pero no existían pruebas para un arresto. El sospechoso tenía fijada su residencia en un rancho de zinc en el sector Cascabel.


Pasada casi una semana del hecho lamentable, el 27 de enero es arrestado Luis Noguera “El Brujo”, al dar positivo en las pruebas de los apéndices pilosos, es decir que el vello encontrado en la boca del menor, pertenecía a Luis Noguera, pese a que el mismo se declaraba inocente, ese mismo día se arresta a otro implicado, un menor de edad llamado Francisco Rivero alias “Motilón”, joven consumidor de sustancias psicoactivas quien habría participado junto a Luis Noguera en la muerte del niño.


Pasado dos años, Luis Noguera confesó haber arrebatado la vida de Adrián Víctor, junto a Francisco Rivero, quienes luego de ultrajar al menor, lo estrangularon con una correa. Sedujeron al niño hasta la zona boscosa bajo la modalidad de engaño, prometiendo un premio, de todos los niños que iban en compañía de Adrián Víctor, él fue el único que caería en la trampa.
Luego del arresto de Luis Noguera alias “El Brujo”, vecinos y demás lo reconocieron y alegaron haberlo visto en varias ocasiones merodeando muy cerca de la urbanización y de la casa del menor.
Sobre “El Brujo” se supo que salió mucho antes de cumplirse los 30 años de pena máxima que le otorgó el juez Dennys Navas, se encontraba recluido en el Internado Judicial de San Felipe, al igual que Francisco Rivero quien cumplió solo 5 años de condena por ser menor de edad.

Y tú. ¿Recuerdas este hecho?.
Daniel Navarro Petit @ElJournaldeDani
Fotos: Roger Valera – El Informador
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