Seguramente has escuchado que la ciudad de Valencia, capital del estado Carabobo en Venezuela es conocida como “La ciudad de las naranjas dulces, las mujeres bellas y los hombres complacientes”. Frase que se comienza a utilizar a principios del siglo XX bajo el gobierno dictatorial de Juan Vicente Gómez, pero: ¿Por qué la ciudad de los hombres complacientes?. 

Los cronistas de Valencia han tenido una ardua tarea en poder explicar este término, remontándonos a los tiempos de dictadura de Gómez. Se comenta que el Benemérito tenía cierto rechazo a la ciudad de Valencia ya que mucho antes de llegar al poder, estuvo en varias visitas en compañía de su compadre Cipriano Castro. Juan Vicente no había recibido un buen trato por parte del círculo de personalidades de Valencia, que en su mayoría era conformado por médicos y letrados de la sociedad. Castro era un hombre elegante, educado, con buena oratoria y Gómez tenía un aspecto más de capataz, tosco y no muy buen orador, por lo que aquellas personalidades sentían mayor conexión con Castro que con Gómez. 

Con la llegada al poder, Goméz inauguró una cárcel en la Isla del Burro, donde iban a parar los presos políticos, pero más adelante también serían huéspedes desafortunados los homosexuales. Según decreto presidencial, todo hombre con apariencia poco varonil debía ser aislado en la cárcel de la isla, comenzando así una campaña de denigración hacía esta población que existe desde que el mundo es mundo.

De hecho Juan Crisostomo Gómez, era hermano de Juan Vicente, y este ocupaba la vicepresidencia de Venezuela y era a su vez el Gobernador del Distrito Federal, fue cruelmente asesinado en el Palacio de Miraflores en 1923, 27 puñaladas le propinaron al cuerpo de aquel hombre soltero y sin hijos, siendo el rumor principal un crimen pasional, ya que según fuentes orales de la época, Juancho como era llamado el hermano de Gómez, tenía una relación homosexual con un cadete y que la ex pareja del cadete había tomado venganza al enterarse de aquella relación. Todo esto fue mantenido en secreto por órdenes de Gómez.

Juan Vicente no toleraba el hecho de ver a hombre sin notoriedad varonil, por su rencor a Valencia no solamente era lugar de exilio para los homosexuales, sino que también tuvo una época de oscurantismo gubernamental. Se popularizó una frase con el correr de los años, cuando se veía a un homosexual se le decía: “Este se escapó de Valencia”. Acabada la dictadura, es clausurada la cárcel y muchos de estos presos continuaron su vida, actualmente esta población esta olvidada por las leyes del país, sin reconocimiento, Venezuela es un país con alto índice de homofobia, carente de protección legal, haciendo que el camino a la inclusión y tolerancia sea aún más largo. 

De esta historia es donde se comienza la estigmatización con la población valenciana que sigue vigente hasta nuestros tiempos. 

Daniel Navarro Petit @ElJournaldeDani 

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