En el fondo de las cristalinas aguas de Isla Larga en Puerto Cabello, se encuentra hundido un buque alemán llamado Sesostris. Desde hace algunas décadas, esta embarcación hundida es refugio de una gran variedad de especies marinas y no solo eso, también es el preferido por las personas que están aprendiendo a bucear. La historia de porque este buque se encuentra allí, es muy poco conocida, pero vale la pena saberla.

Puerto Cabello para la década de 1930, se consolidaba como uno de los principales puertos comerciales del país, debido a su facilidad de comunicación con Europa, tanto así que no tardaron en comenzar a existir las colonias alemanas en algunos pueblos de Puerto Cabello. En el año de 1939 estalló la Segunda Guerra Mundial y cientos de barcos mercantes pertenecientes a los ejes quedaron a la deriva, puesto a que se les hacía imposible el retorno a sus países de origen. Seis barcos italianos y uno alemán pidieron refugio al gobierno venezolano debido a la condición neutral del país ante la guerra, el refugio fue concedido y estas naves atracaron en Puerto Cabello, donde permanecieron dos años conviviendo como invitados de la ciudad, muchos lugareños tendieron la mano a estos extranjeros que hicieron parte de la población del Puerto. Esta situación de refugio también se repitió en otros países de América.

El triste episodio llegaría el día 29 de marzo de 1941, cuando el presidente de los Estados Unidos Franklyn Roosevelt, emitiera la orden de incautar todas la embarcaciones alemanas e italiana atracadas en los puertos norteamericanos. Esta orden desencadenó a que otros países tomaran decisiones similares. Los capitanes que se encontraban en Puerto Cabello, fueron puesto al tanto de la situación y se les ordenó no dejar caer en manos de los aliados sus embarcaciones, pero la noticia de que algunas embarcaciones italianas en norteamérica habían sido incautadas, incomodó a los capitanes y tripulantes del Puerto y en la noche del 31 de marzo de 1941 incendiaron 7 barcos, ocasionando un voraz e incandescente incendio, las tranquilas aguas del Puerto hirvieron y una muchedumbre se encontraba estupefacta sin saber lo que estaba sucediendo.

Los pobladores de Puerto Cabello al enterarse de la intencional situación, no dudaron en tomar represalias e ir por los capitanes y tripulantes, fueron más de 300 marineros los que el gobierno venezolano detuvo, de igual forma condenaron el hecho y manifestaron su disgusto porque habían faltado a su condición de refugiados. Las autoridades portuarias impidieron que los capitanes incendiaran un octavo barco que se encontraba cargado de más de 8000 toneladas de petróleo, de no ser así, la tragedia hubiese sido mayor.

Los barcos incendiados fueron: “Jole Fassio, Trottiera, Teresa Odero, Bacicin Padre, Alabama, y Dentice”. Estas seis embarcaciones fueron reflotadas y vendidas a Estados Unidos y otras a Argentina, pero la suerte del Sesostris era quedarse en el agua, no se pudo reflotar porque el daño en su estructura era irreparable. El presidente Isaías Medina Angarita al año siguiente pidió que el barco fuera despedazado y trasladado a Isla Larga, donde reposa desde hace más de 70 años.

Daniel Navarro Petit @ElJournaldeDani

Créditos a los autores de las fotografías.

No responses yet

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *