Cocorote en el año 1990 despertó sin su estatua ecuestre de Páez en su pedestal, los rumores de que se la habían robado no tardaron en correr, ya en varias ocasiones habían intentado destruir la estatua y hasta unos disparos le propinaron al catire Páez.

Cuentan algunos pobladores que cuando la estatua de Páez fue colocada en su pedestal en el año de 1973, se tuvo que utilizar una grúa para poder mover la pieza de al menos unos seis mil kilos, pero que la impericia del operador hizo que la estatua se viniera al suelo causándole algunas grietas en la panza del caballo y unas abolladuras en la pierna de Páez. Con los años unas abejas hicieron colmena en el interior de la escultura, a través de las gritas que le habían quedado de aquel daño de la caída.

Luego de tantos años la estatua no aguanto el peso que creó la miel en el interior del caballo que este se vino patas atrás rodando escaleras abajo, dejando esparcida la dulce miel por el suelo. La estatua tuvo algunos daños y fue reparada y se volvió a colocar en su actual lugar.

Es de resaltar que la estatua y su pedestal no lucen como antes, todo fue vandalizado, hace algunos años Páez tuvo una lanza de bronce que fue suplantada por una cabilla, el granito y mármol fueron a dar a otro lugar, en definitiva no hay amor por lo edificado.

Daniel Navarro Petit @ElJournaldeDani

Créditos a los autores de las fotografias

No responses yet

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *